sábado, octubre 21, 2006

Tabaco y Nicotina



Tu pelo húmedo, el sudor que se había apoderado de todo el ambiente, tu sonrisa, ojos cerrados, suaves, deliciosos.
El vaivén de tu rostro al compás de nuestras lenguas, entremezclándose, fundiéndose, luchando gentil y generosamente, un instante eterno, etéreo.
La luna en algún lugar del cielo que no nos interesaba, las miradas que no veíamos, el tabaco que se funde con la nicotina para dar un exquisito néctar, al igual que nuestros labios. El olor a cigarrillo por doquier.
Las suaves caricias, nuestras manos juntas, conociéndose. Tu mano en mi mentón atrayendo mi boca hacía ti, recorriendo un camino ya estudiado, pero no practicado.
Un primer beso que aflora casi sentimientos, casi ternura.
Nuestras narices rozándose sutilmente, saboreamos nuestros labios, pero no nos saciamos, continuamos recorriéndonos en la mente, en el acto nuestras torpes manos sin saber donde ir.
Un respiro acompañado de una sonrisa para al instante retomar el acto en el que estábamos. Toco tu pelo húmedo, beso tus labios mojados, escucho el ruido cada vez más lejano, es cómo si la música entre tus brazos se esfumara. Es casi como si nos conociéramos de siempre, casi te digo algo lindo, pero no tenía sentido.
Tu cara infantil, besos tiernos y suaves. Tal cual como me los esperaba. Manos tiernas y tímidas, de esas que son difíciles de encontrar. Tu aro jugando entre nuestros labios, casi obstáculo, casi sensual. Tuve la tentación de morderlo.
Tu cuello blanco bajo mi boca, yo conociéndolo, yo recorriéndolo. Tu moviéndote, sintiendo.
Nuevas cervezas llegan a la mesa, nos detenemos, observamos, nuestras miradas se cruzan sincronizadamente acompañadas de una sonrisa mutua.
-¿Cómo era que te llamabas?
-Felipe… ¿Y tú?



______

=)